cansados en el alma de tanto andar,
ella tenía un clavel en la mano.
Él se acercó, le preguntó si andaba bien
llegaba a la ventana en puntas de pie,
y la llevó a caminar por Corrientes.
¡Miren todos! Ellos solos
pueden más que el amor
y son más fuertes que el Olimpo.
Se escondieron en el centro
y en el baño de un bar sellaron todo con un beso.

No hay comentarios:
Publicar un comentario